Asociación IBAKWE de Rwanda
IBAKWE es una asociación de personas formadas en el Institut de formation humaine intégrale de Montréal (IFHIM) (Instituto de formación humana integral de Montreal) en Canadá.
En kinyarwanda, IBAKWE significa el coraje, la audacia y la rapidez. Trabajar con Ibakwe, es trabajar con voluntad y entusiasmo hacia un objetivo común: « Formar constructores de puentes para la paz ». Ibakwe evoca también un águila que vuela por encima de sus pequeños para despertarlos y enseñarlos a volar.
El espíritu que anima los miembros Ibakwe, es convertir cada vez más hombres y mujeres en seres llenos de amor universal, capaces de adquirir más libertad interior y formar a las personas para que se conviertan en constructores de puentes para la paz en sus comunidades.
Después de la tragedia del genocidio en Ruanda en 1994, la necesidad de ayudar a las personas a recuperarse y construir la paz se ha vuelto aún más urgente. Las llamadas vinieron de todas partes.
Han pasado casi 20 años que la gente de ambos grupos étnicos es entrenada para convertirse en constructores de puentes para la paz en pleno centro de las diferencias. Esta formación está abierta a cualquier persona creyente y no creyente, rica y pobre, negra y blanca, instruida y analfabeta, joven y adulta, hombre y mujer. En todo el país, en casi 1.000 sesiones (desde 1998), niños, jóvenes y adultos han podido recibir una formación que hace de ellos “rescatistas de la paz” o “constructores de puentes de paz[1]“. Entre ellos, hay trabajadores de salud mental, Médicos sin Fronteras, campesinos, agricultores y ganaderos, agentes de la Caritas Ruanda, viudas del genocidio, mujeres de presos. Un miembro del grupo IBAKWE fundó un orfanato y otro miembro se hizo cargo de más de treinta niños cuyos padres fueron asesinados durante el genocidio.
El grupo también trabajó con agentes de Gacaca[2] y continúa trabajando con los centros de salud, escuelas primarias, escuelas secundarias, universidades, centros pastorales, familias, campos de refugiados así como con casas de formación religiosa. Los estudiantes en la escuela o en vacaciones y los jóvenes en sus asociaciones se ven impresionados por el grupo. Más de 1.000 personas se reúnen cada año bien sea por las sesiones o por seguimiento personal. Gracias a la formación adquirida, estas personas han encontrado la fuerza y la paz en su corazón, que se han convertido en multiplicadores en sus comunidades.
Formarse para construir puentes de paz
Durante las sesiones, los participantes presentan un vistazo sobre la realidad del mundo, su país, su región y sus familias. Una mirada es puesta también sobre la vida cotidiana y descubrir cómo cada uno busca tender puentes para la paz. A través de la toma de consciencia los participantes, con sus fuerzas vitales humanas, aprenden a destruir los muros que separan y ver al otro como una persona. De esta manera los participantes son llamados a vivir la experiencia de la expedición, partiendo de dos en dos a las colinas a encontrarse con desconocidos, para construir puentes de paz. Además, no se puede ser constructores de paz sin saber cómo manejar el estrés y cómo mantener el equilibrio de las energías físicas y psíquicas. Los participantes aprenden así a escuchar su cuerpo y a velar para que la hostilidad no paralice sus fuerzas vitales humanas y puedan comprender desde su interior cómo vivir el amor universal que ve al otro como una persona más allá de las diferencias.
Parejas y familias de paz
Los miembros del grupo Ibakwe han sido especialistas durante tres sesiones ofrecidas por IFHIM de 2012 a 2014 a parejas de Byumba para que ellos sean “familias de paz”. Tras estas sesiones, las parejas comenzaron a hacer cambios en sus vidas y en la forma en que interactúan con sus hijos. Estas personas han ayudado a las parejas en su vecindario en Ruanda e incluso en Uganda, para que sus familias se conviertan también en familias paz. Ellos querían compartir lo que habían recibido. Esta experiencia de Byumba inspiró a los miembros del grupo Ibakwe para otras regiones de Ruanda. Así que muchas parejas se unieron en Kabgayi, Mbazi, Huye, Busoro, Cyangugu, Nyamata, Ngoma, Rusumo, Remera. El camino experimentado puede preparar verdaderas “parejas de paz” que engendran “familias de paz.”
Los testimonios
«Una niña prometió un odio implacable a los que habían matado a miembros de su familia. Ella los conocía y no quería encontrárselos. Los evitaba y buscaba cómo podría vengarse – incluso si la justicia del país hacía su trabajo. Después de varios años, a raíz de las sesiones de constructores de puentes para la Paz, donde ella aprendió a reconocer a la persona como una persona, a manejar la hostilidad y probar el sabor de la alegría de vivir experiencias de superación de obstáculos para crear vínculos, llegó a comprender que sólo el amor puede traer la paz. Ella ahora es capaz de hablarles e incluso ayudarlos cuando la necesitan. ”
He aquí un eco de Byumba, al norte de Kigali, donde comenzó la experiencia de los pequeños constructores de puentes de Paz[3]: “Estos jóvenes no se limitan a ser disciplinados en clase y obtener las mejores calificaciones mientras disfrutan del privilegio de esta formación. También están abiertos al entorno, a los demás. Formaron el colectivo de los constructores de puentes que limpian la iglesia. Ellos visitan a los enfermos en el hospital, visitan a los presos, visiten a los Constructores de Puentes de Paz de otro lugar. Ellos formaron un equipo de fútbol. Ellos sensibilizaron a la gente a amar a los escritos, especialmente los escritos que hablan de la vida. En otras palabras, ellos brillan en su entorno y han logrado transformar sus familias que los ven como personas e incluso, de cierta manera, como colaboradores, ya que se comprometen”.
« … Yo tenía un problema personal: un hermano que había sido asesinado por un Interahamwe (…) dondequiera que yo iba, si veía un militar, no podía soportarlo, sentía rechazo. Cuando vi la sesión sobre el impacto de destruir los muros entre las personas, encontré el sentido (…) En un intercambio con una persona de la sesión (…) Vi mi propio problema y yo pude comprometerme. Al salir, vi a un grupo de militares, éste fue el primer lugar para hacer frente a mi muro; Me acerqué y le dije buenos días a uno; Él dijo: “yo veo que tienes miedo… por qué tienes miedo?” Entonces le dije buenos días a los otros! Ahora no me siento como cuando me encuentro con un militar; el miedo ha pasado. “
IBAKWE, un grupo que vive lo que propone
Lo que conmueve sobre este grupo es que los miembros de Ibakwe que trabajan juntos pertenecen a diferentes grupos étnicos. Los grupos étnicos que eran enemigos, en el momento del genocidio. Otras personas que recibieron la formación se unieron a este grupo central teniendo siempre los mismos objetivos: trabajar para establecer y hacer crecer la paz en los corazones de los ruandeses; trabajar para que su gente sea cada vez más humana y que la persona encuentre así su dignidad y su alegría de vivir. Hoy en día, miles de personas fueron convocadas por este grupo IBAKWE. ¡Es la fuerza del amor de la persona!
IBAKWE nos ayudó… nosotros somos
– Mujeres sobrevivientes del genocidio, a menudo viudas, son capaces de vivir un proyecto de vida, de unirse a las mujeres que tienen maridos en prisión por genocidio;
– Niños que vienen de los campos de refugiados del Congo en un orfanato, niños abandonados, no acompañados, sobrevivientes del genocidio que viven juntos desde hace dos años en un mismo orfanato;
– Niños, jóvenes de la calle, jóvenes de la escuela primaria, secundaria y la universidad;
– Las parejas, los enfermos de los hospitales, pacientes con SIDA, ancianos, trabajadores sociales y enfermeras, religiosos y religiosas.
IBAKWE, agente de reconciliación y de paz
“Después del genocidio en Ruanda, la sensación de temor, inseguridad y desconfianza que prevalecía en el país había hecho difíciles las relaciones entre los grupos étnicos. Por la reconciliación y la consolidación de la paz en Ruanda, IBAKWE formó constructores de puentes de paz, es decir, personas multiplicadoras capaces de ayudar a los ruandeses a encontrarse, recuperar la confianza en sí mismos y en los otros y por lo tanto ser capaces de restablecer en torno de ellas las condiciones para la reconciliación y la paz. Gracias a la formación, ellas son capaces de contribuir a la paz en lugar de la división y capaces de deshacer los prejuicios que los separan. ”
“Durante el juicio por los “Gacaca”, los miembros de Ibakwe por sus intervenciones con su herramienta de revitalización de las fuerzas vitales humanas, contribuyeron a que esto se haga en justicia y paz. Por otra parte, su presencia ha permitido a muchas personas a ir al fondo de su tarea. También capacitaron a los rescatistas de la paz.”
“La experiencia demuestra que el compromiso de IBAKWE tiene efectos muy positivos y ofrece una vía concreta hacia la reconciliación. Las personas que participan en las formaciones se vuelven capaces de resolver sus conflictos a través del diálogo, sin la intervención de la policía.”
“Soy un misionero en África (República Democrática del Congo) y veo cómo este continente sufre de divisiones tribales y todo tipo de violencia. Si sólo grupos como IBAKWE pudieran nacer en otro lugar! la paz se expandiría, porque la paz empieza en la persona y parte de ella”.
Nacimiento de Ibakwe
Es en este contexto después del genocidio que el grupo de IBAKWE-Ruanda nació en el año 1998. Los participantes fueron cada vez más numerosos puesto que las comunidades superiores habían invitado a un gran número de personas – e incluso invitan todavía – a integrarse en Montreal con el fin de ayudar a la gente a volverse a poner de pie con sus fuerzas vitales humanas.
Las personas formadas ya se habían organizado en grupo de trabajo en Ruanda desde 1996. Ellas se reunían para sostenerse y apoyarse mutuamente, siempre se mantuvieron en conexión con el Institut de Formation humaine intégrale de Montréal (Instituto de Formación Humana Integral de Montreal). Dado el creciente número de personas, surgió la necesidad de una organización y un marco de trabajo regular. Estas veinticinco personas formadas en el Instituto y comprometidas con el pueblo de Ruanda, decidieron constituir la asociación Ibakwe. Ellas se benefician siempre del seguimiento y apoyo de los profesionales del IFHIM.
En 2007, una autoevaluación reveló el alcance y la pertinencia de la acción de Ibakwe sobre el terreno. Esta autoevaluación permitió una orientación derivada de las necesidades reconocidas después de un nuevo estudio de la sociedad ruandesa.
[1] Elisabeth Michaëly. « En Ruanda, las personas construyen puentes de paz y nos inspiran », [http://www.24hpourlapaix.org/fr/content/former-les-artisans-de-la-paix] (sitio consultado el 30 de septiembre de 2014).
[2] « Gacaca est le nom rwandais pour tribunal communautaire villageois ». Source : Wikimedia Foundation. « Gacaca », in Wikipedia l’encyclopédie libre, [http://fr.wikipedia.org/wiki/Gacaca] (site consulté le 30 septembre 2014).
[3] Elisabeth Michaëly. [http://www.24hpourlapaix.org/fr/content/former-les-artisans-de-la-paix].
Son personas que la paz pasa por sus vidas y tiene la valentía de tranmitirla y hacerla vivir a los demas. El amor universal esta presente “Hacer por el otro eso que yo quisiera que se haga por mí. Hacer por el otro eso que yo quisiera que él o ella hagan por mí”. Animo, continuen amigos de IBAKWE, necesitamos personas de paz.
Daysy Mora
Quito-Ecuador